3.1.14

EL SEÑORÍO. Y la grandeza del Perú gastronómico en Barcelona.

EL SEÑORÍO, Còrsega 607, junto Avenida Gaudí, Barcelona y no Lima.
 Mi relación con la cocina peruana ha tenido diversas fases, pero se pueden concretar en dos: en la primera, apatía tras ponerse de moda como suelen ponerse de moda las cosas. Con avasallamiento de noticias, tendencias y demás memeces. Pasando hasta que bajara el soufflé. Y lo hizo, porque al parecer lo que va a molar este año es la comida mexicana. Así, en la siguiente fase de la relación y tras la apatía inicial, me lancé a descubrir de verdad la esencia de esa cocina andina famosa en el mundo entero.

Tras este tiempo de reflexión peruana sólo puedo certificar una cosa, y es que la espera valió mucho, muchísimo la espera. La cocina peruana de El Señorío y del próximo local que publicaré que también será peruano (formando una dupla demoledora), me entusiasmó. Una cocina interesante, llena de sabores, texturas y matices. Variada en productos y técnicas. Y sanísima, que diría mi madre (si exceptuamos un poco la soberbia dulzor de los postres).

El Señorío es un local que ya conocen de otros blogs de éxito y que no les voy a descubrir del todo. Pero nosotros tuvimos la suerte de ir a comer con una amiga peruana que nos convirtió al peruanismo ipso facto. Agradecido por abrirnos los ojos y guiarnos por este tour de plaisir absoluto. Avisar que no es un restaurante barato si vas fuera de menú y a la carta. No porque sea caro per se (platos sobre los 10-15€), pero es que todo es tan espectacular que pides un poco de todo y al final se te va a 35€ all included tras mucha emoción. Existe menú entre semana, creo, así que puede ser un buen contacto inicial.

Nuestro selección fue un poco de todo y un mucho de lo demás. Vaya que nos pusimos las botas y salimos cantando del local (podría haber sido así realmente).
Empecemos el carrusel. 
Antes de nada, cancha, o maíz frito ligeramente salado. De eso que se suele llamar un vicio. Aconsejamos dejen un poco para echar al final del plato cuando quede alguna salsa. Se puede acompañar de una salsa picante a base de rocoto, pimiento rojo picante, pero vigilen...
 Luego empezamos a pedir unos pocos platos para ir compartiendo entre todos. No están todos los que fueron pero sí una representación de los que estuvieron. 
El tiradito, pescado cortado a láminas como en un sashimi, bajo una capa de salsa algo excesiva pero espectacular, amarilla por el ají y roja por el rocoto. Acompañamiento de cancha, choclo (maíz hinchado no frito) y camote (parecido al boniato). Muy bien.
 El ceviche, plato estrella de la cocina peruana ya universal y que consta principalmente de tres ingredientes: cebolla, pescado cortado a dados y ante todo, Leche de Tigre. Suena raro, sí, pero eso que llaman leche de tigre es la salsa que acompaña al plato y que se compone principalmente de jugo de limón. Lo que vendría siendo una puta pasada resucitamuertos.
 Causa limeña. Un plato muy completo que combina un puré de patata con ají amarillo y pollo en el interior. Igual es una herejía pero podría compararse a una ensaladilla rusa deconstruída. Muy bien. (Existe una disputa entre Perú y Chile por saber dónde está el origen del plato...pero me parece que se disputan más cosas además de estas minucias gastronómicas)
 Rocoto relleno de carne. Muy espectacular si son fans de los platos estilo lasaña, con mucha salsa, carne y queso gratinado. Yo lo soy, así que muy bien. No picaba en exceso y se degustaba con deleite. 
 El lomo saltado de ternera, en salsa y con su arroz y su cebolla, estaba en su punto de ternura y meloso como debieran estar siempre las carnes. Un plato para disfrute del buen carnívoro. Una lástima que no se estile mucho el pan por esos lares y no pasáramos un buen rato mojando esa maravillosa salsa.
 Chicharrón de pescado, de lo mejor de la tarde que es mucho decir. Tras el ceviche lo que más me gustó. Es pescado rebozado pero de una forma diferente, sin ser ni un rebozado aceitoso ni una tempura. Es un rebozado ligero pero crocante, en su punto. Una cantidad generosa y un plato obligatorio desde ya. Sanísimo, como les decía antes. Pónganme 3 kilos.
 Para finalizar el tremendo ágape, los postres. Compartimos un par y rematamos con el digestivo. Dos opciones totalmente ganadoras: tarta tres leches y Pie de Limón (lemon pie para los modernillos de por aquí). No se puede decir otra cosa que maravillosos si les gusta el dulce. El bizcocho con nata más contundente, el pie de limón más etéreo por el merengue. Si ponen un establecimiento de postres, lo rompen también.

 El colofón, el broche final, el Pisco Sour. Un digestivo que podríamos decir. O no. En todo caso una maravilla desde los Andes. Se compone de pisco (licor a base de uvas), jugo de limón, clara de huevo y alguna gota de Angostura. Si no se creen que es maravilloso pruébenlo. Pero háganlo de verdad!! (Por cierto, otra causa más de disputa peruano-chilena)
Resumiendo la experiencia: ÉXITO total. Experiencia total. 
Agradecimiento a los amigos que nos llevaron de la mano hasta este espacio del Perú en nuestra ciudad. Volveremos porque vale la pena y porque son simpáticos y porque te tratan de maravilla. Y eso se agradece y hay que decirlo. 
Hasta pronto Perú.

6 comentarios:

Arantxa dijo...

A mí me tiene entusiasmada la cocina peruana. Y la nikkei ni te cuento. He ido dos veces al Señorío y ambas me gustaron. El único problema es que la última vez me acompañaron personas "poco dadas a experimentar en la comida" y, quieras que no, eso no te hace disfrutar igual.

Espero ansiosa tu crónica del otro restaurante peruano ;)

David B. dijo...

Tienes que elegir mejor esas compañías!!! ;)

divka dijo...

los chilenos y los peruanos nos peleamos varias cosas aparte del mar... las causas, el pisco y el dulce de leche..
Aiaiaia.. me has abierto el apetito :)

David B. dijo...

Siempre buscando excusas para pelearse!! ;)

Unknown dijo...

El pisco chileno sabe distinto aunque lo llamen igual. Que yo sepa por la causa no hay disputa. Y el dulce de leche es más tradicional en Argentina, al menos en Perú no se consume demasiado. Saludos.

Albert Aragay dijo...

Muy de acuerdo con la valoración del Restaurante, es realmente un disfrute comer en él y según he podido leer por ahí, el menú de mediodía es bastante competitivo y de lo mejorcito de la zona (aunque también hay que decir que la zona no es precisamente ningún punto caliente en cuanto a restauración se refiere!!).
Yo comí el ceviche y jalea de pescado (que me ha recordado a tu plato de chicharrón). Y culminé con un tres leches riquísimo y altamente goloso.
Salut!